Laura Barreto Hoyos
1 min readSep 6, 2021

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Me volví un cóctel dulzón de adrenalina, optimismo y claridad.

Sabía a quién tenía que llamar para bombardear con preguntas y excitación; recuerdo claramente cuando conocí a su hijo hace más de 6 años. Llegaron a la casa de mis papás, inexpertos, felices y muy arropados en un día soleado.

Con toda la generosidad y apertura concretamos una conversación por la plataforma de esos días, y nos puso una tarea: escribir todas las preguntas que se nos pudieran ocurrir respecto a la adopción.

Ninguna pregunta es tonta, mala, superficial. Ninguna pregunta te hace mala persona. Son sólo preguntas, cómo los pensamientos, que serán contenidas sin prejuicios por los dos.

Nos conectamos.

Llegamos a la conversación con 36 preguntas, una jarra de agua y casi tres horas después no quedaba nada sobre la mesa.

Nuestra lista quedó llena de tachones y también garabatos de posibilidades.

Después de algunos días en silencio, concluimos: Parece ser un proceso lento y largo. Uno de esos que derrumba paradigmas y revela verdades.

A la par de nuestro bebé nos preguntamos ¿Dónde damos el próximo salto?

Laura Barreto Hoyos
Laura Barreto Hoyos

Written by Laura Barreto Hoyos

Contenedor de dibujos, textos y otras cosas hechas con las manos a punta de sensibilidad tropical.

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